Decenas de caraqueños persiguen que su terruño sea cada vez más ecológico con iniciativas que han nacido de la comunidad. Acá, algunos de las modestos proyectos que se han sumado a la lucha eco.
Cuando se reflexiona sobre cómo conservar el ambiente, las imágenes que inmediatamente aparecen están relacionadas a amplios espacios de tierra como La Gran Sabana o a hermosos animales en peligro, pero, ¿qué ocurre con las ciudades?
La densidad de población más grande se encuentra precisamente en estos centros urbanos, que, a su vez, son los que producen la mayor cantidad de basura y contaminación; sin embargo los problemas que esto conlleva están bajo la sombra de otros conflictos que, por urgentes, dejan de lado lo importante. Afortunadamente, ante esta situación muchas personas se han puesto el traje verde para crear acciones en pro de una cultura urbana más amigable con el ambiente.
Gracias a la creciente conciencia, cada vez aumenta el número de involucrados en este tipo de causas. Acá, algunos de los muchos protagonistas de la eco urbanidad.
Ecología + diseño + arte
Al estilo de los tres mosqueteros, Carolina Tinoco (arquitecto), Nelly Guinand (diseñadora de interiores) y Mariela Martínez Sucre (diseñadora gráfica) unieron sus intereses profesionales con la ecología conformando la empresa ECODAR, la cual persigue brindar asesoría sobre cómo transformar una actividad productiva en una que sepa aprovechar sus propias materias primas y hasta sus desperdicios de forma que se eviten consecuencias para el ambiente y que sirva para ayudar tanto a la comunidad como a la misma empresa.
Del mismo modo, las tres profesionales del diseño también involucraron sus funciones con la motivación social, por lo que fundaron EcoLab, un espacio que, gracias al aporte del gobierno central, la Alcaldía de Chacao y la empresa privada, ha llegado a consolidarse dentro de la colectividad como una posible solución a los problemas ambientales urbanos.
"Hemos realizado talleres de elaboración de objetos utilitarios a partir de desechos que se convierten en bisutería, mobiliario y carteras, entre otras cosas, porque el límite es la creatividad del venezolano", menciona Carolina Tinoco, quien agrega que los talleres también han contado con la presencia de artistas de talla internacional como Rolando Peña (quien impartió la charla Petróleo en verde) y el colectivo ecológico Rebar Art & Design de San Francisco, California, que realiza actividades similares a las del EcoLab y ECODAR en Estados Unidos.
El EcoLab (ubicado en la planta baja del Mercado Municipal de Chacao) busca que las comunidades usen de forma creativa los desperdicios para darles una nueva utilidad, inclusive convertirlos en piezas de arte. Así lo hacen en el proyecto Es un cuñete, en el cual se transforman los envases de pintura en sillas tipo puff con materiales de desecho. Gracias a este tipo de iniciativas se han realizado muestras de arte en diferentes lugares del área metropolitana, lo que proyectó las actividades de EcoLab, al punto de que comunidades, alcaldías y hasta organizaciones internacionales han contactado a la asociación para que presten asesoría a programas similares.
"La creatividad del venezolano es infinita, y es en ese punto en el que EcoLab hace énfasis, porque son muchas las cosas que podemos hacer con los desperdicios. La basura de otro se convierte en nuestro tesoro", explica la miembro de ECODAR, Nelly Guinand.
Igualmente, la diseñadora Mariela Martínez Sucre, quien conceptualizó la imagen de ECODAR y EcoLab, hizo referencia a que finalmente la intención de los talleres es lograr, "de manera práctica y factible, que la comunidad consiga formas de reusar lo considerado como basura, y así darle herramientas a las personas para superar la pobreza. Internacionalmente este tipo de acciones genera dividendos y, a la vez, ayuda a la conservación".
Durante 2012, EcoLab está determinado a continuar creciendo en su apoyo por las opciones urbanas para conservar el ambiente, por lo que seguirá impartiendo talleres de reuso, arte y reciclaje, tanto en las escuelas como en otros institutos, además de ampliar la participación de la asociación en actividades ecológicas de otras iniciativas tanto públicas como privadas.
Reciclando en Caracas
"Leí un libro (No Impact Man) de Colin Beavan, un estadounidense que comienza a vivir con la huella cero. Esto quiere decir, generando el menor impacto ambiental posible, y este texto me marcó. Decidí no quedarme con la angustia y activarme. Así que hace un año le escribí un correo al Gobierno del estado Miranda en el que les decía: 'Yo quiero reciclar'". Así se inicia la tarea que hoy cumple Daniella Matheus, miembro de EcoClick. Pero su inquietud no quedó allí. "Tengo diez años reciclando y es una tarea titánica porque implica desplazarse hacia distintos puntos de acopio, algunos bastante distantes". Comprendiendo lo que debían hacer aquellas personas que querían reciclar, Matheus organizó formalmente jornadas de recolección: primero de plástico, luego de pilas, y así sucesivamente se fueron agregando papel, cartón, bombillos ahorradores (que contienen mercurio), chatarra electrónica, aceite comestible, aluminio y cartuchos de impresoras.
Actualmente, Daniella Matheus comparte actividades con Ana Pereira, Silvia Itriago y Marietta Perroni, entre otras ambientalistas que conforman la ONG EcoClick. En cada jornada de Reciclando (que hasta ahora son celebradas cada dos meses) un grupo importante de voluntarios recibe los materiales para ser reciclados que son llevados por las personas; los organizan y, luego, los entregan a los camiones que se dirigen a las plantas recicladoras. Lo más importante es que ninguno de estos residuos llega a los ya colapsados vertederos de basura.
"Son sencillos pasos de bebé. No es la solución del problema de que en Venezuela no se recicla o no hay cultura de la reducción, la reutilización y el reciclaje, pero es un primer paso para activar a las personas", agrega Matheus.
Cuando las jornadas comenzaron, hace aproximadamente un año, solo estaban en tres localidades de Miranda como puntos de acopio. En el último Reciclando (realizado el 24 de marzo de 2012) hubo más de 30 puntos de reciclaje entre el área metropolitana, los Altos Mirandinos y el estado Mérida. "Nuestra meta en EcoClick, aunque ambiciosa, es que en cada rincón de Venezuela se viva con conciencia ecológica practicando reducir, reusar y reciclar".
En dos ruedas
Con el vertiginoso aumento de la población en las ciudades, las alternativas de transporte amigables con el ambiente y económicas toman el protagonismo.
En Expo Shanghái varios países de Asia y Europa colocaron a la bicicleta como la mejor opción para trasladarse en las urbes. Así se consolida el ciclismo urbano, el cual fomenta el uso de bicicletas en distancias cortas (15 kilómetros aproximadamente). En Venezuela existen varios grupos (Masa Crítica, Ciclovía, entre algunos) que exhortan a este tipo de prácticas en la ciudad. Solobicis.com, empresa que persigue el uso de bicicletas eléctricas en Caracas, junto a los grupos ya mencionados, tiene la meta de masificar el transporte ecológico en Caracas.
"Para que el ciclismo urbano tenga éxito es necesario un serie de elementos como la infraestructura y el marco jurídico y es por eso que en www.solobicis.com está el proyecto de ley que se ha venido trabajando y el cual la empresa está promoviendo junto a otros actores, ante los distintos organismos del Estado", explica Carolina Gómez, gerente general de la compañía.
Se estima que 23% de las emisiones de dióxido de carbono son provenientes del sector transporte, y Venezuela, al tener un precio de la gasolina tan económico, se convierte en uno de los lugares que más produce emisiones de gases per capita. Con el uso masivo de la bicicleta esto disminuiría, y es precisamente el fin que persiguen los activistas de las dos ruedas.
"Países donde se usa la bicicleta desde hace al menos un siglo cuentan con un formato jurídico que regula esta práctica. En nuestras leyes hay un vacío legal porque no aparece la bicicleta como un vehículo de transporte. El Estado es el responsable del ciclismo urbano porque es el que crea infraestructuras con condiciones para que las personas puedan ver la bicicleta como un medio de transporte, y esto es lo que perseguimos con el proyecto de ley", agrega Gustavo Milano, director de Solobicis.com, quien también anuncia que la empresa está estudiando alternativas energéticas para otros tipos de vehículos con el fin de combatir el calentamiento global.
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